Relajación y Mindfulness

2 04 2018

Relajación guiada, respiración profunda, mindfulness, atención plena consciente y ejercicio de visualización con experiencias multisensoriales.

Actividad del proyecto de Inteligencias Múltiples del CEIP María Montessori de El Casar. Realizada por Raquel Crespo, fisioterapeuta del centro escolar.

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Taller de Masaje Infantil en El Casar

18 08 2013

Taller de masaje infantil en El Casar:
Será el 12 de septiembre de 2013, de 11:00 a 13:00h.
Más información en el grupo de apoyo a la lactancia de El Casar. Próximas reuniones 22 de agosto y 5 de septiembre a las 11:00h en el centro de salud.
Os esperamos con vuestros bebés.
Reserva plaza: 658128002





Diafreoterapia

7 05 2013

DIAFREOTERAPIA: UNA TERAPIA CORPORAL DE INTEGRACIÓN.

Tenemos todos, salvo alguna excepción, los mismos músculos y los mismos huesos. Sin embargo las formas de nuestros cuerpos son muy diferentes.

Y es que la forma de nuestro cuerpo y nuestra actitud corporal dicen mucho sobre nuestra historia. Se han ido moldeando según las diferentes respuestas que cada un@ de nosotr@s ha generado en el proceso de adaptación y de supervivencia, física y psíquica, al medio social y familiar en el que nos ha tocado vivir.

Nos hemos adaptado, bloqueando algunas zonas de nuestro cuerpo, hemos aprendido a inhibir ciertas respuestas y a aislar informaciones conflictivas, que nuestros sentidos nos enviaban. O bien hemos tenido que cambiar sutilmente una postura, para no sentir más un dolor físico.

El precio ha sido la pérdida de la flexibilidad, de la espontaneidad, de ciertos movimientos y también, de nuestra capacidad de respuesta, de la conexión a ciertas áreas de nuestra memoria. Originando todo ello una pérdida, mayor o menor, según nuestra historia, de parte de nuestra identidad.

En Diafreo buscamos la armonización integral de la persona. Tomando como base un trabajo corporal, buscamos recuperar, mediante la liberación de las tensiones y la conciencia corporal, cada parte de nuestro cuerpo. Liberando las experiencias y expresiones guardadas en las memorias corporales, pretendemos recuperar, además de la salud, los fragmentos de nuestra identidad hipotecada.

Françoise Mézières, la revolucionaria.

El trabajo corporal en Diafreo, está principalmente basado en los principios de fisiología muscular que fueron establecidos por Françoise Mézières.

Iniciando sus observaciones en el curso de los años 40, esta fisioterapeuta, profesora en la escuela de fisioterapia de París desarrolló, a partir de ellas, un método que tomó su nombre: el método Mézières.

Según estos principios, la musculatura actúa siempre en cadena, destacándose principalmente la cadena posterior que va desde el cráneo a los pies, con una prolongación en la cadena interna.

Estas cadenas musculares descritas por ella, junto a la cadena lateral descrita en Diafreo, están invariablemente y crónicamente acortadas e hipertónicas, porque son, en nuestros movimientos habituales y cotidianos, solicitadas continuamente en contracción y nunca estiradas. Así el conjunto que forman va acortándose paulatinamente a lo largo de la vida.

Este acortamiento se acelera como respuesta a traumas físicos y en todo proceso degenerativo.

Las teorías de Françoise Mézières nunca han podido ser refutadas, porque son demostrables sobre cualquier persona. Sin embargo su método ha ido extendiéndose y desarrollándose lentamente y difícilmente siendo frecuentemente adulterado y tecnificado, incluso por sus propios seguidores. Pues, a pesar de su aplastante lógica, su aplicación es compleja, y sobre todo sus bases teóricas se enfrentan a la hipótesis sobre el funcionamiento muscular que siempre ha predominado en medicina, en rehabilitación, en gimnasia, e incluso, en los métodos alternativos. Oponiéndose su mirada holística a la forma de pensar condicionada por el razonamiento lineal y analítico en el que tod@s nos hemos formado.

La historia de nuestra vida da forma a nuestro cuerpo.

En Diafreo, la experiencia nos ha demostrado que estos procesos de acortamiento y contracción crónica de las cadenas musculares no responden solamente a procesos físicos, como describió Mézières, sino que se configuran y aceleran también debido al proceso de adaptación al entorno y a los traumas psíquicos.

La forma del cuerpo, las posturas y la actitud corporal que se adquieren al transcurrir los años, permiten modular o bloquear el flujo de la información sensorial y nerviosa, inhibiendo o disminuyendo así su impacto emocional. Condicionan también, de esta forma, la capacidad de respuesta, inhibiendo la expresión emocional del cuerpo, adaptándola a las demandas y represiones del entorno.

Nos expresamos con los músculos.

Para nuestra expresión emocional utilizamos la musculatura. Y los músculos de nuestra cara, nuestros brazos, piernas, garganta, etc… son regularmente contraídos e inhibidos para limitar esta expresión.

El proceso de acortamiento de las cadenas musculares está en relación directa con el proceso defensivo: tanto si necesitamos defendernos de situaciones e informaciones que resultan traumáticas y difícilmente asumibles por nuestro psiquismo, como si, debido a accidentes o caídas, nos protegemos de las informaciones de dolor mediante movimientos, posturas y contracciones crónicas antiálgicas.

En una situación como en otra, estas tensiones que se organizan para bloquear las informaciones dolorosas e inhibir respuestas y movimientos conflictivos, siempre, invariablemente, lo hacen siguiendo el trayecto de las cadenas musculares descritas por Mézières.

Sin embargo, la capacidad selectiva de control sobre el sistema nervioso y muscular no aparece en el nacimiento. Un bebé no puede controlar voluntariamente más que los ojos y la boca. La capacidad de control sobre la musculatura y el sistema nervioso va madurando de forma progresiva a lo largo del crecimiento. Por lo tanto, según en qué época de la vida hayan aparecido las experiencias mayormente inhibitorias o traumáticas, dependiendo del estadio de maduración en esta etapa, los procesos de bloqueo serán más globales o localizados. Y diferentes las zonas o funciones afectadas, organizando así la forma futura de nuestro cuerpo.

Para mantener estos bloqueos, utilizamos los músculos y el bloqueo de la respiración en mayor o menor grado. En Diafreo llamamos estructurales a estas tensiones profundas y crónicas, que van organizándose principalmente durante el crecimiento, porque son las que, además de configurar la forma del cuerpo, condicionan lo que se suele llamar el carácter.

Por otra parte, es mediante la forma de nuestro cuerpo y de nuestra actitud corporal que participamos en la comunicación no verbal que, en un plano sutil, la mayor parte del tiempo inconsciente, está siempre activa.

Así, por ejemplo, si por la calle se acerca una persona con el pecho abombado y la barbilla prominente, no recibimos de ella el mismo mensaje que el de otra que se aproximara con el pecho y la barbilla hundidos.

El dolor oculto.

Esta nueva organización de la musculatura si bien muchas veces consigue su finalidad, provoca el alejamiento de nuestro eje armonioso y de la percepción de partes de nosotr@s mism@s. Se inicia así un sistema de fuerzas compensatorias, que irán creciendo en espiral, y que afectarán el equilibrio corporal y psíquico.

Al cabo del tiempo, un dolor o un síntoma puede aparecer en cualquier lugar de la cadena siendo muchas veces consecuencia de un antiguo dolor olvidado del que huimos en su tiempo.

Será observando como y porqué se organizaron estas tensiones compensatorias y actuando sobre ellas en su totalidad que llegaremos probablemente a este primer dolor; el que pudo provocar el inicio de la espiral compensatoria y que fue llamado por F. Mézières “dolor oculto”.

Para la Diafreo, este dolor no se limita al cuerpo físico, sino que muchas veces es de origen psíquico.

Las tensiones crónicas afectan a todos los sistemas.

Este círculo vicioso, que mantiene estas tensiones y que a su vez es mantenido por ellas afecta a todos los sistemas: visceral, hormonal, circulatorio, nervioso y músculo-esquelético y también al sistema energético.

En Diafreo no diagnosticamos ni tratamos un síntoma o una enfermedad concreta, pero la experiencia demuestra que al reequilibrar la forma del cuerpo eliminando tensiones musculares crónicas, órganos y sistemas: circulatorio, linfático y nervioso, que estaban comprimidos o desplazados, recuperan o mejoran sus funciones.

Es sorprendente observar como muy raramente se tiene en cuenta el posible origen dinámico y emocional de muchas disfunciones del organismo.

Así, por ejemplo, para no llorar, cuando el flujo del llanto aparece, utilizamos la tensión de, entre otros, los músculos de la parte anterior del cuello para detenerlo. Cuando la inhibición del llanto es mantenida o repetida, la respuesta se memoriza y acaba produciéndose una tensión crónica e inconsciente. Esta tensión impedirá más adelante el libre fluir del llanto, a pesar de la voluntad o del deseo.

Pero, además, la rigidez crónica de esta musculatura, al presionar de una manera continuada los principales vasos sanguíneos que irrigan el cerebro y por consiguiente su circulación de retorno, provocará o contribuirá, en mayor o menor grado a un enlentecimiento de la circulación cerebral y una disminución de su oxigenación con todas las consecuencias que de ello pueden derivar.

Porque los cambios en la forma del cuerpo provocan también cambios en su función fisiológica.

La forma condiciona la función.

La forma armónica de nuestro cuerpo no es caprichosa.

Está perfectamente orquestada para que cada órgano, cada función fisiológica y psíquica reciba la información, la circulación, el espacio, para su equilibrado funcionamiento.

También para que podamos tener una respuesta adecuada al flujo de información que nuestros sentidos vehiculan y que todos nuestros sistemas nos transmiten tanto en lo que se refiere a los estímulos que nos llegan del exterior, como de nuestros sentimientos y emociones.

Sin embargo, cuando esta forma cambia debido a las tensiones que la vida va escribiendo en nuestro cuerpo, este conjunto armónico queda condicionado y a su vez condiciona todos los sistemas vitales.

Imaginemos el funcionamiento de un sistema de riego en un jardín.

Un acodamiento, una piedra que comprima el sistema, afectará al riego de toda una zona, provocando problemas en las plantas. La solución definitiva no será tratar las plantas sino restablecer el buen funcionamiento del sistema de riego.

Igualmente en nuestro cuerpo, un cambio de situación de un órgano, de una red de comunicación, la compresión de un vaso o de un nervio, afectará inevitablemente su función y tendrá repercusiones en la orquestación del conjunto. Y provocará síntomas o patologías que rara vez se relacionarán con la estructura muscular y psíquica.

¿Cómo actuamos en Diafreo?

En Diafreo utilizamos diferentes posturas, adaptadas a cada persona. Estas posturas buscan poner en estiramiento lo más globalmente posible estas cadenas musculares, observando minuciosamente las diferentes compensaciones, que en un intento de las cadenas por mantener siempre la misma longitud del conjunto, van apareciendo en diferentes puntos del cuerpo.

En cuanto a estructura muscular, conseguimos así un trabajo muscular isométrico, es decir, el músculo trabaja estirado en su máxima longitud siendo así traccionado el tejido conjuntivo (parte blanca del músculo), mientras la miofibrilla (parte roja del músculo) es estimulada. De esta forma la musculatura aumenta en fuerza y elasticidad y no en dureza y contracción como sucede cuando se solicita su trabajo en acortamiento (trabajo isotónico). Por ejemplo al levantar pesas y en la mayoría de los ejercicios gimnásticos.

Al soltar el exceso de tensión de los músculos de la cadena posterior, sus antagonistas, siempre faltos de tono, tendrán de nuevo la posibilidad de tonificarse. Y las articulaciones dejarán de ser tironeadas por los músculos acortados pudiendo recuperar así su lugar y su función.

Observamos la respiración y las compensaciones.

En estas posturas, son fundamentales: la vigilancia de la respiración, procurando impedir todo bloqueo respiratorio, y la observación y eliminación constante de las compensaciones.

Si no se tienen en cuenta estas compensaciones, el acortamiento pasará a otro segmento. Así es como al poner en estiramiento una nuca, por ejemplo, la tensión se trasladará a otro punto; pudiendo aparecer en los hombros, la cintura, las piernas, los pies, mediante acortamientos, lordosis, rotaciones, latero-flexiones, el bloqueo respiratorio en inspiración etc, que intentan preservar la longitud global de la cadena. Es debido a esta facultad de las cadenas para recuperar la tensión en otro punto que el trabajo analítico y localizado en un solo segmento, da tan pobres resultados.

Nuestro trabajo por lo tanto, al nivel mecánico, consiste en impedir la acción de las vías alternativas compensatorias para recuperar de nuevo la flexibilidad muscular y la liberación de los movimientos inhibidos.

Aparecen las causas.

Al acercar de nuevo el cuerpo a su eje, al impedir las vías alternativas, pueden aparecer las causas ocultas que iniciaron el proceso de desequilibrio o de la tensión profunda.

Aparecerá quizás un antiguo dolor físico olvidado, dolor que corresponde muchas veces al “dolor oculto” pero también, memorias, emociones, experiencias, imágenes o movimientos cuya información o respuesta estaba retenida en estas contracciones. Expresiones emocionales del cuerpo, emociones e informaciones que, una vez liberadas, permitidas y elaboradas, llevarán a una mayor comprensión de un@ mism@, a nuevas posibilidades de expresión y al cambio.

La implicación de todo el ser.

La espiral de compensaciones que a lo largo de nuestra vida va moldeándonos y condicionándonos, se manifiesta con diversas sintomatologías que pueden ser de tipo articular, visceral o psíquico.

Mediante el trabajo corporal el cuerpo va recuperando su equilibrio físico. Sin embargo para lograr un cambio estable y en profundidad, es necesario que todo el ser se ponga en disposición para transformar un sistema que hasta ahora, bien o mal, le había permitido adaptarse y sobrevivir.

El trabajo corporal abre las vías; sin embargo estas vías deberán ser transitadas de nuevo. Habitar de nuevo cada parte del cuerpo implicará aceptar la información, la sensación y su expresión con todos las connotaciones psicológicas que ello pueda tener.

Cuando la persona abre su sistema defensivo, necesita a alguien a su lado que le acompañe en las vivencias de situaciones antiguas o nuevas, para poder procesarlas y asimilarlas. Necesita el conocimiento, la buena disposición y la calidez de parte del terapeuta.

El terapeuta tiene la función de buscar la forma adecuada para ayudar a cada persona a encontrar la mejor manera para liberar estas tensiones y abrirse a nuevas percepciones de sí misma.

Además de tener capacidad de observación para ver los mecanismos de compensación y defensa, que son diferentes en cada persona, ha de conocer la forma de desanudar las tensiones, abrir los bloqueos en cualquier punto de estas cadenas, facilitar la expresión emocional del cuerpo y comprender la evolución de los movimientos que han quedado fijados. Debe también conocer como a diferentes estructuras corporales corresponden diferentes estructuras psíquicas y cuales son las contracciones musculares crónicas que las determinan.

El conocimiento y el propio proceso personal, serán los que capacitarán al/a la Diafreo-terapeuta o Diafrista para acompañar a las personas en el proceso emocional que acompaña a la liberación de las tensiones profundas, ayudándolas a relacionar su vida con su estado corporal.

En este espacio terapéutico el paciente podrá explorar cómo funciona su musculatura, qué movimientos han quedado fijados y cuales no puede realizar. Podrá relacionar su estado muscular y su vida emocional. Será invitad@ a estar a la escucha de la circulación energética: percibirla, y comprender dónde, porqué y en qué circunstancias se bloquea y de qué manera puede abrirla de nuevo. Encontrará en este espacio, también, comprensiones y herramientas para ayudarse a sí mism@, para que el sentimiento de confianza llegue a ser superior al miedo a soltar las defensas.

A partir de este trabajo podrá observar y explorar su vida cotidiana. Observar cuáles son las situaciones en las que su musculatura se vuelve a contraer y su respiración se bloquea de nuevo, cuáles son las percepciones o expresiones dolorosas y conflictivas que necesita bloquear. Se dará cuenta de lo que está expresando su cuerpo con su actitud y estructura y de qué manera ello condiciona su forma de relacionarse.

Y con el tiempo, podrá ir relacionando todo ello con la historia de su vida.

Cada situación física corresponde a una situación emocional diferente.

La observación y la adaptación a cada proceso personal, sin generalización, es lo que distingue un método de una técnica.

Finalmente, las respuestas están siempre, en cada un@: el/la terapeuta es, en realidad, un vehículo, un facilitador del proceso; no es nunca el poseedor de la llave.

La conquista del espacio interno.

Las posturas de estiramiento ayudan a liberar las tensiones.

Sin embargo, será muy importante también afinar y liberar uno de nuestros sentidos más sutiles, el cenestésico, que abre la conexión con nuestras sensaciones internas.

Y son éstas, las sensaciones de nuestro ser mas profundo las que nos conducirán hacia “el espacio interno”. Este espacio que tiene una trascendencia fundamental porque es en él donde se sitúa la percepción y la conexión con la parte más auténtica de nuestro ser, con esta zona de luz, paz y sabiduría, que las circunstancias de nuestra vida han dejado más o menos cubierta, más o menos escondida. Será a partir de recuperar la capacidad de conexión con este espacio, que lograremos cicatrizar los agujeros de la estructura de nuestro Yo, esta estructura interna que nos permite afrontar las circunstancias externas como tales.

Y el método Mézières, uno de nuestros pilares en Diafreo, es un preciso y precioso medio que nos facilita el acceso a estos espacios, porque mediante la liberación de las tensiones profundas posibilita la abertura de las vías que llevan a ellos.

Malén Cirerol

Las posturas de estiramiento ayudan a liberar las tensiones, pero será muy importante la implicación de la persona para afinar y liberar uno de nuestros sentidos más sutiles, que abre la conexión con nuestro ser más profundo; con este espacio interno que tiene una importancia fundamental. Este espacio donde se sitúa la percepción de un@ mism@, y que tiene mucho que ver con la estructuración del yo más profundo. Porque es esta capacidad de conexión con la parte más auténtica de nuestro ser y de estructura interna la que permite afrontar las circunstancias externas como tales.

Y el método Mézières es un preciso y precioso medio que nos facilita el acceso a estos espacios, porque posibilita la abertura de estas vías, de estas percepciones, mediante la liberación de las tensiones profundas.

 

Fuente: http://www.diafreo.es





Osteopatía Estructural, Sacro-Craneal y Visceral

26 02 2013

La osteopatía fue desarrollada por Andrew Taylor Still y basada en la hipótesis de que muchas enfermedades son debidas a una pérdida de la integridad estructural. Está reconocida como carrera universitaria en varios países, como Reino Unido y Francia. En España es una especialidad que corresponde al fisioterapeuta, como parte de su formación en terapias manuales.

La Osteopatía se basa en que todos los sistemas del cuerpo trabajan conjuntamente, están relacionados, y por tanto los trastornos en un sistema pueden afectar el funcionamiento de los otros. Es por tanto una práctica de tipo holístico. El tratamiento, que se denomina manipulación osteopática, consiste en un sistema de técnicas prácticas orientadas a aliviar el dolor, restaurar funciones y promover la salud y el bienestar.

La Osteopatía es una disciplina terapéutica basada en la anatomía y fisiología del cuerpo humano, en el conocimiento de cómo intervienen los diferentes tejidos en la producción de la enfermedad y en la aplicación de técnicas de normalización de las funciones alteradas.

Aunque a la Osteopatía se la relacione fundamentalmente con problemas que afectan al aparato locomotor, lo cierto es que trata al ser humano de forma global, como un todo, restableciendo el equilibrio mediante técnicas manuales dirigidas a los tejidos afectados, sean estos del sistema musculoesquelético, visceral, nerviosos etc.

Es una terapéutica manual que ayuda a aliviar, corregir y recuperar lesiones musculo-esqueléticas y patologías orgánicas. La intervención osteopática realiza un diagnóstico funcional, aplica técnicas que desencadenan reacciones fisiológicas que equilibran y normalizan las diferentes alteraciones musculares, osteoarticulares, orgánicas y funcionales, mejorando o resolviendo el cuadro clínico e incidiendo especialmente en sus manifestaciones sintomáticas dolorosas.

La Osteopatía funciona facilitando la autorregulación del organismo en cualquier patología. La Osteopatía, en un contexto de abordaje holístico, a través de modelos globales bio-médico-psico-sociales, promueve la recuperación del equilibrio mecánico del conjunto de los tejidos corporales musculoesqueléticos, nerviosos, viscerales, circulatorios… Lo hace con la aplicación de técnicas manuales dirigidas a los tejidos identificados como patológicos en el diagnóstico funcional osteopático.

Tipos de Osteopatía:

La clasificación de técnicas de Osteopatía se divide en función del órgano o tejido sobre el que actúe el fisioterapeuta-osteópata. Así, hablamos de:

– OSTEOPATIA ESTRUCTURAL: dirigida al sistema musculo-esquelético, donde aplicamos diversas técnicas manuales, movilizaciones o manipulaciones articulares.

– OSTEOPATIA VISCERAL: orientada a actuar sobre los tejidos que participan en las funciones de las vísceras, las membranas fibrosas, las fascias, los vasos sanguíneos, los nervios… A veces existen adherencias o tracciones miofasciales que dificultan la normal movilidad de las vísceras. Las técnicas manuales viscerales ayudan a liberar bloqueos, mejorar la irrigación sanguínea y recuperar la movilidad.

– OSTEOPATIA CRANEAL Y TERAPIA CRANEOSACRAL: Actúa sobre el sistema nervioso central. Mediante técnicas manuales, se libera y facilita la micromovilidad del cráneo y el conjunto de la relación craneosacral a través de las membranas meníngeas y el papel del líquido cefalorraquídeo. Algunas consecuencias de alteraciones posturales, traumatismos, desequilibrios musculares etc, pueden afectar a nervios craneales, arterias, glándulas y otros tejidos, a su paso por orificios craneales o en el interior mismo, lo que puede provocar neuralgias, dificultades de visión, audición, alteraciones de algunas funciones glandulares, vértigos, migrañas, e incluso a través del sistema nervioso vegetativo, trastornos digestivos, respiratorios, vasculares, etc.

Tratamiento osteopático:

El tratamiento osteopático consiste en tratar las disfunciones, la hipermovilidad o hipomovilidad que se puedan encontrar en la columna vertebral, las articulaciones, el sistema nervioso, el sistema muscular, las vísceras, el cráneo. Busca recuperar el equilibrio corporal perdido, reactivando sus mecanismos de autocuración con diversas técnicas terapéuticas: manipulaciones articulares, técnicas de energía muscular, de movilización, de streching, HVLT, funcionales, entre muchas otras. El tratamiento depende de una evaluación corporal completa, del tipo de lesión y del paciente. Ningún tratamiento es igual a otro y se debe seguir siempre un enfoque personal único.

Durante el examen físico-osteopático del paciente, el osteópata evalúa el estado anatomofuncional buscando disfunciones en diferentes tejidos o sistemas, relacionados con la sintomatología, estableciendo y correlacionando posibles reflejos psico-somáticos, somato-psíquicos, viscero-somáticos, etc.

El diagnóstico osteopático busca tratar la causa real del problema (orígen de la disfunción) y no tanto el síntoma.

Por ejemplo, un dolor somático a nivel dorsal o en un brazo, puede ser el reflejo de una afección visceral digestiva o cardíaca.

La disfunción primaria o causa de un dolor mecánico en la zona posterior, llevará a determinado segmento a ser sintomático o doloroso. Esta disfunción primaria suele situarse a distancia del segmento sintomático, por eso en Osteopatía tratamos la zona dolorosa y otros segmentos a distancia causantes del encadenamiento de tensiones, de disfunciones articulares o musculares que acaban por sobrecargar el tejido que presenta el síntoma doloroso.

Por ejemplo, es muy frecuente encontrar lumbalgias que responden a una causa primaria de antecedentes de lesiones de tobillo mal solucionadas. Esto genera una alteración en la biomecánica de la marcha que termina por sobrecargar la zona lumbar o cualquier otro nivel vertebral, provocando dolor y déficit funcional.

Principios Básicos:

En la Osteopatía existen ocho principios básicos, reconocidos a nivel internacional:

  • Holismo: el cuerpo funciona como una unidad, no como un conjunto de órganos.
  • Relación forma-función: la estructura de un órgano influye en su función y viceversa.
  • Homeostasis: el cuerpo posee mecanismos autorregulatorios.
  • Autocuración: el cuerpo siempre busca su reparación, aunque la enfermedad altere ese esfuerzo.
  • Influencia interna por medio de acciones externas: las fuerzas externas modifican la forma y función internas.
  • Circulación: el movimiento de fluidos corporales es esencial para el mantenimiento de la salud.
  • Inervación: los nervios juegan un papel crucial en controlar los fluidos corporales.
  • Componente somático de la enfermedad: toda enfermedad se manifiesta de forma externa como síntoma somático.Un aspecto importante de la competencia del Osteópata, es establecer su diagnóstico osteopático, al tiempo que un diagnóstico diferencial o evaluación de problemas de competencia médica, de manera que cualquier paciente con sospecha de patología en la cual no está indicada la Osteopatía o en la que sea necesaria la intervención médica alopática, el paciente es orientado al profesional médico para que realice el diagnóstico y tratamiento correspondiente. Esto significa que la complementariedad y la interrelación entre médico y fisioterapeuta-osteópata, debe ser total para garantizar un abordaje multidisciplinar en el paciente. 

Indicaciones de la Osteopatía:

Disfunciones que cursan con dolor a nivel de la columna vertebral (cervicalgias, neuralgias, tortícolis, dorsalgias, lumbalgias, ciáticas, neuralgias de origen vertebral o síndromes compresivos periféricos), a nivel del troco, región costal, así como en dolores de miembros superiores o inferiores (traumatismos, esguinces, tendinopatías, etc.)

Igualmente está indicada en cefaleas, migrañas, vértigos, trastornos digestivos funcionales, en trastornos de los sistemas cardiorrespiratorio, circulatorio, ginecológico, trastornos relacionados con la articulación temporomandibular…

En definitiva, cualquier problema funcional que afecte al sistema muscular u osteoarticular provocará, tarde o temprano, un problema orgánico, dado que todas las funciones orgánicas están interrelacionadas entre sí. Por ejemplo, la disfunción mecánica vertebral es una lesión de naturaleza micromecánica que se automantiene, por vía refleja, con espasmos musculares profundos (mecanismo de defensa que pone en marcha el sistema nervioso), muchas veces reversibles de forma espontánea o por manipulación osteopática durante una sesión de tratamiento.

Fuente: Wikipedia





Reflexología podal

16 02 2013

LA REFLEXOLOGÍA PODAL.

(Artículo publicado en Efisioterapia)

RESUMEN

En la actualidad, prestamos muy poca importancia a los pies, es el gran olvidado de nuestro cuerpo y sin embargo, es la parte del cuerpo donde van a parar multitud de terminaciones nerviosas.

La planta del pie y el pie en su conjunto, representa en forma esquemática la totalidad del cuerpo y sus órganos. Este es el principio de la reflexología podal.

En ella, mediante el masaje se puede influir a modo reflejo sobre los correspondientes órganos y vísceras, aparte de la importancia diagnóstica que tiene.

Los buenos resultados de la reflexología podal y la escasez de efectos secundarios, hace que hoy en día, sea aplicada con más frecuencia por los profesionales sanitarios, entre ellos los fisioterapeutas.

El objetivo del articulo, es dar a conocer esta disciplina, desconocida para muchos fisioterapeutas, que se debe considerar como una terapia complementaria a nuestro tratamiento, que en ningún momento lo sustituye sino que lo complementa, influyendo positivamente en los desórdenes de órganos y funciones corporales que presentan nuestros pacientes.

Palabras clave: fisioterapia, reflexología, masaje, pies.

ABSTRACT

At present, we give very little importance to the feet, it is the great one forgotten our body and nevertheless, is the part of the body where they are going to stop multitude of nervous completions.

The plant of the foot and the foot in his set, represents in schematic form the totality of the body and his organs. This one is the beginning of the foot reflexology.

In her, by means of the massage it is possible to influence to way I reflect on the corresponding organs and entrails, apart from the importance it diagnoses that it has.

The good results of the foot reflexology and the shortage of side effects, it does that today in day, frequency is applied with mas by the sanitary professionals, between them the physiotherapists.

The aim of the article, it is to give to know this discipline not known for many physiotherapists, which it is necessary to consider to be a complementary therapy to our treatment, which never replaces it but it complements it, influencing positively the disorders of organs and corporal functions that our patients present.

Key words: physical therapy, reflexology, massage, feet

INTRODUCCIÓN

La Reflexología se basa en el tratamiento de zonas reflejas, o lo que es lo mismo, en masajear ciertas zonas que son el reflejo, en una zona concreta del cuerpo (el pie en este caso).

Esta tiene su origen en el descubrimiento de la medicina alopática, en la que se observó que a causa de la organización embrionaria primaria en segmentos, existen interconexiones entre órganos internos y zonas de la piel.

Así, es típico, el dolor de vejiga reflejado en el hombro, las afecciones de corazón reflejadas en el brazo izquierdo o incluso el dolor de estómago reflejado y relacionado con afecciones del raquis dorsal.

La Reflexología Podal aprovecha los conocimientos sobre las conexiones de nervios entre segmentos internos de órganos, músculos y piel, para influir a nivel reflejo, sobre dolencias desde el exterior.

Esta técnica de aplicación, es adecuada para crear una estimulación en las zonas reflejas de los pies que refuercen las funciones corporales[1] .

¿Por qué el pie?

Existen distintos campos de zonas reflejas, pero hemos elegido el pie por: su tamaño, lo hace cómodo de manejar y su sensibilidad.

Estas dos premisas hacen que el pie sea la zona refleja del cuerpo donde se obtiene mayor eficacia terapéutica [2].

HISTORIA Y EVOLUCIÓN DE LA REFLEXOLOGÍA

Remontándonos a la antigüedad, en la antigua China hace 4000 años, se observó que el masaje no solo influía en la parte del cuerpo donde se aplicaba, sino que había una influencia a nivel reflejo sobre áreas corporales y órganos muy distantes. Esta observación fue la base del nacimiento de una nueva terapia manual, la Reflexología.

Ya en el siglo XVI, hay evidencia de informes sobre el tratamiento de órganos internos mediante masaje y otros métodos de masaje reflejos.

Un informe sobre el escultor Florentino Benvenuto Cellini (1500-1571), indica que trató estados de dolor agudo mediante presión sobre los dedos de los pies[3].

En América, los “curanderos o chamanes” de las tribus de indios aborígenes utilizaban la Reflexología como forma de tratamiento contra diversas enfermedades.

Sin embargo, la Reflexología podal con base científica se gestó en el siglo XIX.

-En 1841, F. y W. Huneke, demostraron que mediante la inyección de un anestésico local con efecto sobre el sistema nervioso en un campo de interferencias (cicatrices, focos infecciosos, etc) se pueden hacer desaparecer dolores en otras regiones corporales mediante efectos reflejos a distancia, con una duración aproximada de al menos 20 horas.

-Iwan P. Paulow, junto a Alexei D. Speranski, explicó los reflejos y demostró que el sistema nervioso tiene en el desarrollo de enfermedades un gran o destacado significado, desarrollando las bases científicas de la Reflexología Podal[2].

-En el año 1913, el Dr. William Fitzgerald, observó que mediante presiones en diferentes zonas del cuerpo, podía realizar operaciones de nariz y garganta, reemplazando el uso de anestésicos de aquella época.

Así, Fitzgerald basándose en conocimientos anatómicos, desarrolla la teoría de que el cuerpo está recorrido longitudinalmente por diez líneas energéticas (comparables a los meridianos utilizados en acupuntura o incluso a los dermatomas utilizados en nuestra práctica), cuyo recorrido va desde la punta de los dedos del pie hasta la cabeza, a su vez estas líneas son divididas en tres tramos transversales, permitiéndonos establecer la posición del cuerpo y órganos en los pies (fig 1)[2].


Fig 1.
Zonas longitudinales y transversales y su correspondencia con el pie

Este retículo transversal junto al longitudinal puede ser trasladado a los pies, dando lugar a la creación de un mapa preciso del organismo (fig 2 y 3).


Fig 2.
Zonas transversales (visión plantar)


Fig 3.
Zonas transversas (visión interna)

-1ª línea transversal del pie: Corresponde a la línea transversal de la articulación de los hombros y pasa a través de las bases de los dedos del pie. Corresponden al área 1 los órganos de la cabeza, el cuello y nuca. Por ello, la zona de reflejo podal del área de nariz y faringe, se encuentra en los pulgares del pie.

-2ª línea transversal del pie: Corresponde a la línea transversal del arco bronquial inferior. En el pie, comprende gran parte de la bóveda plantar. Corresponde al área 2, los órganos del tórax y abdomen superior, así como brazo hasta el codo.

-3ª línea transversal del pie: Corresponde a la de base de la pelvis. Dentro de ella, se encuentran las zonas de las partes del cuerpo y los órganos del área 3.

La representación de las zonas longitudinales y transversales en el cuerpo y su correspondencia con los pies acabó con un error ampliamente difundido que hoy en día todavía sigue vigente.

Las zonas reflejas no solo se encuentran en las plantas de los pies, sino también en el lado interior y exterior de los pies y su dorso. No sólo la planta del pie, sino todo el conjunto de él, representa una imagen esquemática del cuerpo y sus órganos.

Más tarde, una masajista americana llamada Eunice Ingham, consideró a los pies como un dibujo disminuido del cuerpo en su totalidad y trasladó las zonas corporales de Fitzgerald. Además desarrolló técnicas de tratamiento especiales para cada zona refleja.

Con ello, esta terapia adquirió una base sólida donde sustentarse, la cual más tarde consideraría en la aparición de ciertos trastornos, la importancia de la morfología de cada pie [4].

Tratar puntos reflejos es muy útil, sobre todo cuando la zona a tratar es demasiado dolorosa o está demasiado sensibilizada [1] .

BENEFICIOS DE LA REFLEXOLOGÍA

1.Es relajante.
2.Reduce el estrés.
3.Mejora la circulación.
4.Permite la liberación de toxinas.
5.Equilibra los distintos sistemas.
6.Revitaliza la energía.
7.Actúa de forma preventiva.
8.Es gratificante para quién la da y para quién la recibe [5].

CONTRAINDICACIONES

1.Enfermedades agudas o crónicas.
2.Durante la menstruación en la mujer, no actuar sobre el aparato genital.
3.Durante el embarazo, sobre todo en caso de peligro de abortos o parto prematuro o incluso en embarazadas con antecedentes de los mismos.
4.Enfermedades infecciosas que cursan con un estado febril elevado, dolores fuertes, espasmos, hemorragias.
5.Pacientes con cáncer, sobre todo en caso de metástasis.
6.En diabetes, si se inyecta insulina, se ha de llevar un control de glucosa (bajo control médico) por la posibilidad de oscilaciones en el nivel de glucosa en sangre.
7.Personas débiles, edad avanzada y pacientes que acaban de superar una enfermedad o intervención quirúrgica grave.
8.En caso de hongos (pie de atleta, micosis), heridas, llagas o cualquier tipo de erupción en los pies.
9.En caso de callosidades, no presionaremos hasta que se hayan eliminado, la presión sobre estas zonas son muy dolorosas, por estar las zonas reflejo insensibilizadas.
10.Inflamación del sistema venoso o linfático (trombosis, flebitis…)[5].

DESARROLLO DE UNA SESIÓN DE REFLEXOLOGÍA

– POSICIÓN DEL PACIENTE

Colocaremos al paciente en decúbito supino sobre nuestra mesa de tratamiento y el fisioterapeuta en este caso, se colocará sentado en una silla con los pies del paciente a la altura del pecho.

– PRIMERA EXPLORACIÓN

Los pies en condiciones normales deben ser indoloros, elásticos y cálidos. Cualquier alteración de estos parámetros puede manifestar un desequilibrio orgánico.

En nuestra primera toma de contacto con el paciente ante una sesión de reflexología, realizaremos un examen visual en el que observaremos el color de su piel así como cualquier otra alteración como sudoración excesiva, callos, durezas, heridas, etc.

Atentamente observaremos su morfología ya que:

-El pie plano influye de forma negativa a nivel refleja sobre el raquis.
-El pie cavo tiene consecuencias reflejas para los órganos de la respiración, hígado y vesícula biliar, corazón y articulaciones de los hombros.
-El hallux valgus, tiene consecuencias reflejas negativas en el raquis cervical, tiroides y corazón.
-Deformaciones de los dedos del pie como los dedos en garra o en martillo, tienen influencia refleja sobre los órganos de la cabeza.
-El valgo o varo exagerado del calcáneo junto al astrágalo, llevan a nivel reflejo a trastornos de los órganos del abdomen y pelvis, sobre todo del intestino [6].

En las zonas reflejo de los pies podemos observar enrojecimientos, durezas, callos, verrugas, sabañones, etc., los cuales influyen a nivel reflejo sobre los órganos correspondientes.

Después realizaremos un examen táctil, comprobaremos la movilidad de las articulaciones de los dedos y tobillo, la textura de la piel e iremos presionando sobre las zonas reflejas (fig 6) para percibir si en alguna de ellas se produce algún tipo de dolor[7].

Se debe prestar especial atención a las zonas anormales de reflejos que originan sensaciones desagradables y dolor acentuado. Esto indica trastornos funcionales o afecciones de los órganos internos correspondientes. Estas zonas deberán ser tratadas con especial hincapié durante la sesión de reflexología.

Se prestará también especial atención a las zonas de tejido induradas, que indica igualmente afecciones de los órganos correspondientes a las zonas de reflejos.

Por tanto, los dolores en zonas reflejas sugieren trastornos, agotamiento o sobrecarga de determinados órganos o sistemas, trastornos funcionales psíquicos o nerviosos, etc.

Todo este conjunto de signos, lo utilizaremos para realizar nuestro pequeño diagnóstico, que nos indicará cuales son las zonas del pie que nos sugieren trastornos o mal funcionamiento de órganos o partes del organismo, en las que durante la sesión de tratamiento realizaremos más énfasis[7].

TÉCNICA DE TRATAMIENTO

La Reflexología podal se realiza en los dos pies, empezando por el pie izquierdo, tratando todos sus puntos reflejos y terminamos tratando todos los puntos reflejos del pie derecho.

Se recomienda trabajar los pies desde las zonas de la cabeza hasta el sistema linfático (fig 8).

Se suele trabajar los pies, separando los puntos reflejos en áreas corporales: sistemas y órganos (fig 7), sistema nervioso (fig 9), sistema óseo (fig 10) y sistema muscular (fig 11).

Como regla general, para el tratamiento usamos el pulgar apoyado sobre el punto reflejo a tratar en un ángulo de 90º, podemos realizar el masaje de arriba hacia abajo o viceversa, en el sentido de las agujas del reloj o viceversa.

El contacto del pulgar con la piel de la zona refleja nunca se interrumpe. La presión se dosifica de tal manera que no produzcamos un efecto doloroso y si este se produce no sobrepasar el umbral de dolor de cada paciente.

La duración de la presión en cada lugar dura desde varios segundos a algunos minutos, para ser efectiva requiere un tiempo de 7 a 12 segundos [8].

Según la zona o sistema corporal a tratar podemos utilizar distintos tipos de presión:

-Presión directa (fig 4): realizada con el pulgar, en un ángulo de 90º.


Fig 4.Presión directa

-Presión circular sedante (fig 5): realizada con el pulgar en forma de círculos concéntricos en el sentido contrario de las agujas del reloj. Con ello conseguimos un efecto tranquilizante o de sedación sobre la zona refleja masajeada.

-Presión circular estimulante (fig 5): realizada con el pulgar desde la periferia del punto a tratar, realizando círculos en el sentido de las agujas del reloj. Con ello conseguimos crear un efecto estimulante o de llamada en la zona refleja a tratar[8].


Fig 5.Presión circular sedante/ estimulante.

El masaje en bebes y niños pequeños será muy ligero, con fricciones suaves y de corta duración.

En los niños de 8 a 10 años en adelante puede practicarse el masaje sobre todo para regular el sistema nervioso, favorecer el trabajo de las glándulas endocrinas, desarrollo óseo y muscular, y estimular todo el sistema inmunitario.

Con el masaje en los ancianos se puede ayudar en las funciones motoras, la regulación del sistema nervioso, activar la capacidad respiratoria, la función intestinal y del aparato urinario. El masaje deberá ser suave y delicado[9].

SECUENCIA DE TRATAMIENTO

1.Higiene y limpieza de los pies.

2.Movilizaciones preparatorias para el masaje: flexión/extensión y rotación de tobillo y dedos del pie, deslizamientos transversos en su conjunto, palmoteos en el dorso del pie,etc.

3.Cubrimos el pie con aceite de masaje (podemos jugar con la gama que encontramos en el mercado de aceites relajantes, estimulantes, etc… según el estado físico de nuestro paciente y lo que queramos conseguir o incluso lo podemos combinar con aromaterapia), dividimos el pie por sistemas, tratando minuciosamente cada punto y haciendo especial hincapié en aquellos puntos dolorosos o indurados que hemos encontrado durante la exploración[10].

DURACIÓN DE LA SESIÓN Y SESIONES POSTERIORES

El tiempo que dedicamos a cada sesión depende del tratamiento que sigamos, pero suele oscilar entre 15 a 90 minutos.

El número de sesiones variará en cada persona, lo habitual es que el cuerpo encuentre su equilibrio entre 6 y 15 sesiones, aunque dependerá del grado de respuesta de cada persona.

El tratamiento se puede encaminar a una sesión por semana[11].

REACCIONES DEL PACIENTE

Normalmente, la reflexología podal es bien tolerada por el paciente ya que se trata de un método de recuperación natural que aprovecha los procesos de regulación propios de cada organismo.

-Durante la sesión:
1.Dolor durante el masaje de una zona refleja, que normalmente cesa en intensidad o suele desaparecer durante el primer tratamiento.
En caso contrario, se interrumpe el masaje en esta zona y se sigue tratando otras zonas, más tarde continuaremos el masaje en esa zona.
2.Sudoración en distintas partes del cuerpo.
3.Sentimiento generalizado de frío[12].

-Entre sesiones:
-Cambios gastrointestinales, en el sistema de evacuación.
-Aumento de la diuresis.
-Aumento de la sudoración corporal.
-Aumento de la secreción bronquial o nasal.
-Aumento de la secreción y acidez vaginal.
-Cefaleas, que normalmente suelen desaparecer.
-En personas diabéticas, controlar más a menudo el nivel de glucosa en sangre.
-Reacciones psíquicas[12].

Las reacciones siempre deben interpretarse como positivas aunque sean molestas para el paciente.

La Reflexología Podal, produce una estimulación de las defensas del organismo y favorece la eliminación de residuos y sustancias tóxicas, estimulando los procesos de regulación naturales del organismo, por lo que se puede aplicar a cualquier paciente como terapia complementaria, siempre teniendo en cuenta las contraindicaciones enumeradas anteriormente[13].

MAPA GENERAL DE PUNTOS DE REFLEXOLOGÍA PODAL

Fig 6. Mapa general de puntos de reflexología podal.

Fig 7. Mapa de puntos de reflexología podal –órganos-.

Fig 8. Mapa sistema linfático

Fig 9. Mapa sistema nervioso.


Fig 10.Mapa sistema óseo.


Fig 11. Mapa sistema muscular

CONCLUSION

Se concluye, que al ser la Reflexología podal , una terapia natural que ayuda a reequilibrar nuestro organismo mediante procesos de regulación internos propios de cada ser humano, constituye una terapia complementaria a nuestro tratamiento fisioterapéutico, de gran utilidad, que nos ayuda a mejorar el estado físico y psíquico de nuestros pacientes, tan importante para el desarrollo y resultado satisfactorio de nuestra labor y dedicación diaria a cada patología que tratamos.

BIBLIOGRAFÍA

1.Dethlefsen T., Dahlke R.:La enfermedad como camino. Barcelona: Plaza & Janés Editores S.A.; 1999.
2. Gonzalo L.:Reflexoterapia: bases neurológicas.Navarra:Eunsa;1997
3.Norman L.,Cowan T.: Reflexología del pie.Madrid :Martínez Roca Ediciones;1991.
4.Willis P.:Manual de reflexología.Barcelona: Timun Mas;2005.
5.Viñas F.:La respuesta está en los pies :Argentina: Integral-Vida-Alternat; 2003
6.Bertherat T., Bernstein C.:El cuerpo tiene sus razones.Barcelona : Paidos Ibérica;1990.
7.Grinberg A.:Reflexología.Diagnóstico y curación por el pie.Barcelona: Martínez Roca Ediciones;1995.
8.Marchelli,B.:Reflexología de pies y manos.Buenos Aires: Agama ;2007.
9.Byers D.:Mejora tu salud con la reflexología de los pies.Barcelona:Océano ámbar;2006.
10.López Blanco,A.:Manual de reflexología.Método holístico.Madrid: Robin Book;2005.
11.Stormer C.: Reflexología podal.Barcelona: Paidotribo; 2005.
12.Wagner F.:Reflexología.Barcelona: Hispano Europea S.A;2002.
13. Rodriguez Miron,E.:Guía práctica de reflexología podal.Madrid: Mandala Ediciones;2004.

 

Fuente: http://www.efisioterapia.net/articulos

 

Isabel María Fernández Medina
Diplomada en Fisioterapia por la E.U. Ciencias de Salud de Granada.
Fisioterapeuta colegiado en Ilustre Colegio de Fisioterapeutas de Andalucia.