Un parto en casa.

6 06 2013

La fisioterapia ginecológica y obstétrica tiene mucho que decir en la atención que reciben las mujeres actualmente en los partos hospitalarios.

Infórmate sobre los riesgos de las intervenciones rutinarias que se practican a las mujeres durante el parto y a sus bebés durante y después del nacimiento.

Comparto este precioso video de un parto en casa. Espero que os guste.





Implicación del paciente para encontrar el origen del síntoma.

27 12 2012

Crecimiento personal: En busca del orígen del síntoma.

En estos días vivimos una época de cambio y por ello es fundamental tener capacidad de adaptación a nuestro mundo. Por esta razón, todo lo que estimule el proceso de crecimiento personal tiene ahora más valor que nunca.

A través de mi experiencia personal como fisioterapeuta, creo que es fundamental considerar a cada paciente desde una perspectiva holística, para ayudarle en su proceso de evolución psicosomática.

Un proceso psico-corporal de cambio supone un proceso de trabajo personal integral. Eso significa trabajar todos los ámbitos que influyen en el estado de salud de la persona: físico, emocional y social. Estas 3 esferas conforman la realidad cotidiana del individuo.

El trabajo terapéutico se realiza siguiendo un orden coherente. En primer lugar se atiende el estado de salud física, aliviando el malestar derivado de la somatización de la persona. La prioridad es localizar el origen de las dolencias, disminuir la tensión muscular y modificar los hábitos nocivos de su vida cotidiana.

Para afrontar grandes cambios necesitamos disponible un mínimo de energía.

Gran parte de dicha energía reside en los bloqueos musculares. Conforme avanzan las sesiones, el paciente aprende a ser consciente de su cuerpo, de sus zonas de tensión o de sus bloqueos psicosomáticos o de origen emocional. En esta fase, el paciente aprende a ser consciente de la relación entre sus dolencias y las causas psicosomáticas.

Tras unas sesiones, la persona aprende a expresar los sentimientos negativos que le bloquean y con esto aprende a manejar el dolor asociado a los bloqueos emocionales. Las contracturas musculares se liberan mediante una acto de aceptación. Aquí el paciente aprende a sacar fuera lo que no quiere, a dejar ir los sentimientos negativos bloqueados y a fluir desde la aceptación de las vivencias pasadas.

Mediante el dejarse ir, el aceptar el dolor interno y permitir su liberación, la persona empieza conectar con el contenido emocional causante de todo ello. Se inicia aquí la etapa de liberación emocional. Hay una razón psico-emocional que causa las contracturas en la espalda, los problemas digestivos, el dolor de hombros, la ciática, la dificultad para dormir, etc.

Tras la aceptación de los bloqueos, la persona experimenta de forma directa (no solamente intelectualmente) esta relación, así como la liberación que ofrece el descubrir un mecanismo para renovar su mundo emocional.

Finalmente el paciente aprende a sanar sus dolencias.

Acompañando todo el proceso, son necesarias toda una serie de propuestas enfocadas al proceso de auto-crecimiento en el ámbito diario de la persona. En este proceso se mantiene que no existe un entorno más idóneo para la autosanación y el autocrecimiento que la propia vida cotidiana. En realidad, ésta no es más que el reflejo externo del nuestro estado interior. Trabajando conscientemente sobre dicho reflejo, también podemos sanar y crecer de forma efectiva. De este modo, al finalizar las sesiones, se ofrecen propuestas de actuación sobre diferentes sectores de la vida cotidiana del paciente (hábitos posturales, ejercicio, alimentación, reflexiones…), para que éste disponga de retos personales en el periodo entre sesiones.

Como último objetivo, durante el proceso se busca desarrollar la autonomía del paciente a la hora de manejar, en su vida diaria, su estado psico-corporal de salud y bienestar. Se trata de que la persona pueda convertirse en su propio terapeuta. Para ello, se instruye al paciente en áreas como el ejercicio terapéutico, la nutrición, la capacidad de relajación, la meditación, la expresión emocional y la incorporación de hábitos saludables que le ayuden a seguir evolucionando de una forma efectiva como individuo.

La duración de una sesión de tratamiento es de aproximadamente 60 minutos.

En primer lugar tratamos las experiencias del paciente en su vida personal: síntomas físicos y emocionales, dificultades, conflictos y preocupaciones personales, etc. En el tratamiento hay una etapa de acompañamiento durante el proceso de crecimiento personal, donde se le ofrece al paciente orientación y herramientas para ayudarle a evolucionar en el contexto de su vida cotidiana.

En caso de que el paciente lo necesite, se inicia el trabajo físico, buscando el desbloqueo miofascial y articular mediante la aplicación de diversas técnicas de manipulación física (masaje terapéutico, estiramiento de las cadenas musculares, osteopatía, corrección postural, ejercicio terapéutico…)

El tratamiento físico se centra primero en las zonas en las que aparece sintomatología en la persona, pasando a realizar en segundo lugar, y de forma paralela, un tratamiento global. La persona aprenderá técnicas de respiración, que le ayudarán a aceptar y a expresar emociones.

Tras la sesión de trabajo físico, se dedican los últimos minutos de la terapia a comentar la percepciones del paciente en el trabajo físico y se proponen actividades, retos o ejercicios para realizar en el domicilio.

Hay que tener en cuenta que las sesiones de terapia holística tienen como condición que el paciente debe asumir la responsabilidad de su propio proceso de cambio y querer comprender las verdaderas causas de sus síntomas o bloqueos personales.

El paciente no puede delegar en la terapeuta la tarea de que “le cure”, sino que se servirá del terapeuta para que le “ayude a sanar”.